Javi Jimenez

Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio. (Filipenses 1:27)

Te invitamos a que puedas escuchar el mensaje que nos trae Javier Jiménez, pastor de la Iglesia Cuerpo de Cristo.

En un mundo lleno de confusión, en el que los valores y principios están de cabeza, los seguidores de Cristo deberían ser luz. A eso estamos llamados; pero tal parece que esa confusión viene minando aún a aquellos que deberían hacer la diferencia.

En primer lugar quiero decir que con respecto al tema de la armadura quizás alguno se sorprenda que les diga que la mejor armadura es la pureza después de de cuarenta años de ministerio creo que me quedan dos cosas que son fundamentales en mi vida que son lo más importantes quizás que busco una

Servimos con pureza, conocimiento, paciencia y bondad; en el Espíritu Santo y en amor sincero; con palabras de verdad y con el poder de Dios; con armas de justicia, tanto ofensivas como defensivas. (2 Corintios 6:6-7)

Hoy vamos a hablar de verdades eternas verdades atemporales porque la verdad de dios no es algo fluctuante las modas y yo cuando me convertí hace cuarenta y tantos años teníamos otro otro estilo de alabanza y muy diferente a éste en cambio del señor se movía igual ahora tenemos otro estilo de alabanza son

La verdad de las expresiones bíblicas consiste en la correspondencia entre la intención comunicativa del autor humano y la intención comunicativa de Dios. La verdad contenida en la Escritura consiste en la Revelación de Dios como Palabra.

Quisiera compartir con vosotros que el señor quiere un pueblo santo un pueblo santo es un pueblo apartado la palabra santidad no no tiene mucho que ver con la perfección tiene más bien con la consagración con con haberse apartado y consagrado solamente para dios el enemigo siempre está pensando y siempre está buscando como

Dios tiene sus brazos abiertos y presto su regazo para que nos reclinemos en él, y experimentemos su gran amor. Vivamos la más grande aventura de amor en los brazos del Señor, pues no hay amor más grande que su amor, Él nos ha escogido para que seamos especiales ante sus ojos.

Dios es el dueño del tiempo. Él no está sujeto a nuestro tiempo, y mucho menos a lo “apurados” o “poco apurados” que estemos. Él tiene sus propósitos, y sus propósitos van totalmente ligados a Su tiempo, no al nuestro.