
sara
Mateo 21 : 28 - 31
Hay estorbos que impiden nuestro crecimiento, uno de ellos es la falta del perdón.
La vida es una escuela de humildad y cada día debemos aprender a perdonar y a ser perdonados. Qué hermoso es perdonar pero esto es imposible, si no tenemos humildad.
Todos estamos conscientes de las noticias trágicas que se aumentan de forma aceleradas, y Dios quiere que el hombre se salve, por eso lo quebranta, pues si nos van bien las cosas, disfrutamos de las cosas terrenales y no nos acordamos de Dios, pero Él tiene un plan de formar una familia y no va a parar hasta conseguirlo.
Estamos en un culto unido buscando una experiencia especial, pues siempre necesitamos más, más sabiduría, unción y fe. Quiero hablar sobre el propósito de Dios de pertrecharnos con sus dones, pues es lo que asombra al mundo, como la vara de los faraones, hasta cierto punto pudieron imitar, pero después no pudieron, así los que no están en Cristo no pueden hacer las obras de Jesús.
Bendice el pan de vida, que nos das, derrama de tu aceite y perfecciónanos. Uno de los deseos innatos en todos los seres humanos y en todas las criaturas vivas, es el deseo de crecer y multiplicarnos, salvo en los que caen en el abandono y la tibieza de no crecer.
Cada proyecto debe empezar con la idea de que se multiplique y crezca. Así todos los proyectos que el Señor nos ha dado, han crecido y se ha multiplicado.