El arrepentimiento es el pesar que una persona siente por algo que ha hecho, dicho o dejado de hacer. Quien se arrepiente cambia de opinión o deja de ser consecuente con un determinado compromiso.
Lo que cayó entre espinas son los que escuchan, pero con las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, se van dejando ahogar poco a poco, y no llegan a madurar. Lo que cayó en tierra fértil son los que escuchan la Palabra con un corazón bien dispuesto, la retienen, y dan fruto gracias a su constancia”. (Lucas 8: 4-15)
Jesucristo fue bautizado por Juan el Bautista. La fe en Jesucristo y el arrepentimiento le preparan para el bautismo y para recibir el Espíritu Santo. Jesucristo enseñó que todos deben ser bautizados en agua y en Espíritu (el Espíritu Santo) para la remisión, o el perdón, de los pecados.
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. (Marcos 16:15)
“Toda la Escritura ES inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redarguir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 de Timoteo 3:16-17)
La verdadera koinonia es lo que liga a los cristianos unos con otros, con el Espíritu, Cristo y con Dios.
Según lo definido por el mandato de Cristo a sus discípulos, el propósito de la iglesia es hacer discípulos, hombres y mujeres cuyas vidas reflejan un profundo compromiso y amor por el Señor, Su Palabra, y Su pueblo. ¿Está usted ayudando activamente a su congregación a crecer en este propósito claro para la iglesia?
La gracia de Dios es una virtud por la cual Dios puede dar algo sin nada a cambio, ya que para alcanzar la misma el hombre nada puede hacer por sí mismo. La gracia de Dios llega por medio de la fe y, la aceptación del sacrificio que Jesús hizo por la humanidad.
Somos destinados a ser constantemente transformados, por eso es que hay algo en nosotros que no nos permite quedarnos estancados; y si de repente nos pasa, nuestra vida pierde sentido.
El apto para enseñar es aquel que tiene carácter de instruir la Palabra de Dios fielmente, lo que implica que es una persona retenedora de la palabra tal como es expuesta por Dios en las Sagradas Escrituras y tal como ha sido enseñado en su discipulado bíblico.
En estos tiempos de gran dificultad puedes apoyar la labor de la iglesia Cuerpo de Cristo en las diferentes áreas de acción que lleva a cabo por toda la geografía española haciendo tu ofrenda o donativo para apoyarla económicamente
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