La fe se recibe al oír la palabra de Dios y responder a ella. Recibirás del Espíritu Santo un testimonio de las cosas que aceptes por medio de la fe, al hacerlas de buena voluntad.
La verdadera conversión fortalecerá tu capacidad de hacer lo que sabes que debes hacer, en el momento en que debes hacerlo, a pesar de las circunstancias que te rodeen.