Importante predicación sobre la autoridad de Dios que debemos ejercitar en nuestras vidas para vencer. Atendiendo al mandato que Jesucristo nos dio en Mateo 28, “Id, pues, y hacer discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado”.