Nadie nace de nuevo con un buen testimonio. Cuando nacemos de nuevo empezamos a trabajar en nuestro testimonio. Nacer de nuevo no es que toda la gente ya va creer que soy bueno, tengo que empezar a demostrar por mi testimonio, por mis buenas obras, por mi buen actuar, por mi consagración a Dios que he nacido de nuevo.