Amar a los demás es hacer algo por ellos. Ama a los demás como te amas a tí mismo. Éste fue el mensaje que Jesús quiso enseñar a una persona que le preguntó quién era su prójimo.
Jesús le contó de un hombre judío que iba caminando de una ciudad a otra, llegaron unos ladrones, lo golpearon y le quitaron lo que tenía, dejándolo casi medio muerto.