Adán fue creado a imagen de Dios. Ya que salió de manos de su Creador, Adán no tenía pecado. Su naturaleza era pura. No tenía ni siquiera la tendencia al pecado. Sin embargo, sí era posible que Adán pecara porque él tenía libre albedrío. Era libre para decidir obedecer o desobedecer a Dios.