Moisés se encontraba en el Monte Sinaí cuando el Señor lo llamó para liberar a los israelitas del cautiverio egipcio (véase Éxodo 3). El Señor prometió a Moisés que después que sacara a los hijos de Israel de Egipto, ellos servirían “a Dios sobre este monte”, o sea, Sinaí (Éxodo 3:12).