Todos los cristianos en algún momento han orado a Dios. Dios escucha estas oraciones sin importar si se hacen en silencio o en voz alta. Sin embargo, la práctica de invocar, la cual es una forma de oración es definitivamente audible.
En la Biblia, la palabra hebrea para invocar significa invocar, clamar, y la palabra griega significa invocar a una persona, llamarla por nombre