«Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención». (Efesios 4:30)
Para entender lo que significa entristecer al Espíritu, debemos primero entender que esto indica que el Espíritu posee personalidad. Sólo una persona puede ser ofendida; por lo tanto, el Espíritu debe ser una persona divina a fin de tener esta emoción.